La mejor de Escocia

Piérdete por las estrechas calles de Edimburgo, la capital escocesa con un aire místico que combina el patrimonio antiguo con el entusiasmo de una ciudad moderna. Pasa el día libre adentrándote en su rica historia y disfrutando de la cálida cultura de los escoceses, antes de reunirte con tus compañeros de viaje y el director de viajes para cenar.

Únase a su especialista local esta mañana para realizar un fascinante recorrido turístico por la ciudad. Suba a Castle Rock y visite el Castillo de Edimburgo, que vigila la ciudad circundante desde su punto de observación elevado. Pasee por el casco antiguo antes de disfrutar de tiempo libre para empaparse del ambiente festivo de la ciudad. Las entradas para ver el espectacular Edinburgh Tattoo están incluidas en las salidas que coinciden con las fechas de las funciones.

Continúe su viaje hacia el trágico campo de batalla de Culloden. Rinda homenaje a las personas valientes que perdieron la vida en el levantamiento jacobita y luego pase por el infame lago Ness de Escocia. La belleza solitaria del castillo de Eilean Donan lo dejará sin palabras antes de continuar hacia la costa y cruzar a la isla de Skye. Los picos cubiertos de brezos brindan un telón de fondo impresionante para su recorrido panorámico por la península de Sleat. Suba a bordo del ferry en Armadale y cruce a Mallaig, de regreso al continente.

Tu primera parada de hoy es para conmemorar la historia de la Segunda Guerra Mundial en el Commando Memorial cerca de Fort William, desde donde admirarás vistas espectaculares del pico más alto de Gran Bretaña: Ben Nevis. Viaja a través de las ruinas volcánicas y las escarpadas montañas que se encuentran justo más allá de Glencoe para ver el “Glen of Weeping”. Aquí recordarás a los miembros del clan MacDonald que fueron masacrados en 1692. Continúa hacia el río Clyde y llegarás a tu última parada del día: Glasgow.

¡Madainn mhath! Aunque tu gaélico esté un poco oxidado, tu recorrido de orientación por esta atrevida ciudad no lo será en absoluto. Comienza el día visitando los lugares emblemáticos de Glasgow. Disfruta de las vistas de la Necrópolis, la majestuosa George Square y el río Clyde, que durante más de 200 años fue el centro de la construcción naval. Más tarde, sumérgete en la cultura en una destilería de whisky y disfruta de un trago. Continúa hasta Stirling para ver su fortaleza en la cima de la colina, que se alza como un símbolo de orgullo nacional. El castillo de Stirling fue una vez la sede de los reyes y reinas escoceses, incluida María, reina de Escocia. Observa el monumento a Wallace desde los muros del castillo, que rinde homenaje al héroe escocés que luchó por la independencia de Escocia. Esta noche, únete a una experiencia Be My Guest.

La agreste belleza y la calidez de la gente de Escocia quedarán para siempre en su memoria. Disfrute de un último y abundante desayuno con sus compañeros de viaje antes de desearles a ellos y a su director de viaje una cálida despedida.